El arte de perfumarse

La elección del perfume no es algo que deba tomarse a la ligera, el olor es algo muy importante y habla bien o mal de nuestro arreglo.
Usarlo complementa nuestra higiene personal pero hacerlo en exceso provoca reacciones contraproducentes a nuestro alrededor.

Para escoger una fragancia hay que considerar varios factores, por ejemplo nuestra personalidad, gustos y proyección deseada. Si somos del tipo deportista dinámico y nos gustan las cosas simples, entonces las fragancias cítricas o frutales pueden venirnos bien, si por el contrario te consideras romántica y deseas una imagen tierna y femenina entonces los olores dulces son los adecuados.

Una vez seleccionada la categoría hay que tener en mente que cada perfume tiene un olor específico en el frasco y todos toman un olor diferente en el cuerpo de cada persona, sabiendo esto prueba los perfumes sobre tu piel y espera unos segundos para que éste reaccione y tener así el aroma real en ti.

Si usas loción y perfume, cuida que el aroma de ambos sea compatible o que la mezcla de olor que resulte sobre tu cuerpo te sea agradable.

Utiliza de preferencia aquellos con rociador en spray para que la esencia se disperse mejor y aunque es válido rociar sobre la ropa, nunca olvides perfumarte la piel como principal objetivo.

Rociar la piel en las zonas erógenas hará que el calor de la piel expida con más eficacia el aroma por lo tanto usa tus muñecas, cuello, detrás de las orejas y pecho como puntos clave.


Perfúmate en cantidad de acuerdo a la ocasión ya que no es lo mismo estar en casa sola que salir a un bar por la noche.





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